EDITORIAL

Colonos de España y de Europa con el beneplácito del déspota político

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Mi amante esposa la Condesa Shortshut está de acuerdo con que “las RUP son una cagarruta de cabra en la finca del pastoreo”, ella lo dice por las Islas Malvinas, que son todavía más RUP. La Reina Madre, a quién un servidor traduce al inglés todos los días el editorial de la Libertad para Canarias como Andrés Cháves traduce al sueco su Canarias Confidencial, opina que sin duda alguna este editorial es de Andrés Chaves o de Roger. La prosa poética de la cagarruta no deja lugar a duda. La vieja le va cogiendo el tranquillo a los editoriales Pepitianos, a veces me sorprende. Don José, en la Comunidad Canaria en Londres soñamos con un pasaporte con las siete estrellas verdes, no nos hace falta ahora mismo otra cosa, ni crisis, ni corrupción política ni gallínas jóvenes en vinagre, don José: el Pasaporte Canario ya. Y claro que nos sobran leyes, como bien dice Isaac Valencia. Nos sobran todas las Leyes que regulan el medio ambiente, la prevaricación, el cohecho, el tráfico de influéncias, el urbanismo… sobran un montón de Leyes y falta una fundamental: el delito de lesa patria a Canarias, que debe condenarse a la pena capital y, sólo excepcionalmente, con destierro a la tercera isla, la más fea, sucia, desangelada y llena de mariconsones y chulones capicúas. A la “Quícara” de Coalición Canaria ya le quedan pocos telediarios, luego le ofrecerá su trasero al nuevo Gallo del Gallinero, sea Rajoy o el calvo ese del PSOE apellidado Rubalcaba. Es Ley de vida, don José, usted ya conoce como funciona el gallinero ¿o no?

Nombre: Sir Archibald Bradley