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COMENTARIO DE EL DÍA

No nos merecemos la desgracia de Rivero y su caterva

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Texto:

Estimado y patriota don José o don Roger (táchese lo que no proceda).

Hoy sólo le ha faltado una referencia expresa a Ceuta y Melilla además de a Cataluña y Vasconia y dejar en el sitio que le corresponde en la historia al secarral de la tercera isla con sus mariconsones incluídos. Por lo demás impecable y muy equilibrado, incluso en el aspecto siempre delicado de los hidrocarburos.

Los terroristas sociales, que son muy mal pensados, van a seguir pensando que la “Libertad para Canarias” del periódico EL DÍA está al servicio de los padres de la patria y de sus hidrocarburos, los mismos que financian esto que llamamos democracia. Esos  terroristas sociales son una lacra, sobre todo los filosociatas y los falsos ecologistas pagados por el sanedrín de Vegueta y por López Aguilar y Santiago Pérez.

Estos malpensados,  don José, nos comerán el coco y nos dirán que usted no teme que los hidrocarburos se los quede el moro, sino que no caigan en las manos de nuestros empresarios más patriotas, porque las perritas de Las Teresitas invertidas en plataformas petrolíferas son mejor negocio que la RIC. Además, don José, estarían colocadas cerca del secarral de la tercera isla, con lo que nuestros patrióticos empresarios podrían seguir invirtiendo en el turismo y el cemento en Nivaria.  Seríamos el Singapur del Atlántico Norte, como decía el comunista bueno de José Carlos Mauricio.

En el fondo sólo se trata de que el ZEROLATO no se impuso frente al PAULINATO. Cuente al mundo con dos clorocos, don José, que el senador Zerolo habría sabido mover mejor los rejos que Paulino el traidor y su avechucho exótico. Así podría crear riqueza reinvirtiendo las acciones en minas y pozos petrolíferos que tiene por el mundo en las plataformas petrolíferas de Canarias. La culpa, claro está, fue de Santiago Pérez y en Las Teresitas no pasó nada.

Semejante negocio con los hidrocarburos no puede caer en manos de la metrópoli colonialista, don José. Esas “riquezas naturales” tienen que estar a los pies de nuestros empresarios patrocinadores de la democracia de la primera isla, so pena de que el Teide se nos vuelva mariquita, como bien predijo Andrés Chaves.

Hoy Peytaví, el otro arcano del periodismo bandido, nos explica que poner los clorocos sobre la mesa y llamar las cosas por su nombre no está reñido con el espíritu militar y patriótico. Se puede decir más alto pero no más claro: el suyo nunca ha sido un patriotismo grosero, y el sudor del “nabo” de Peytaví sólo es la expresión de un patriotismo sincero. Usted, don José, repudia la violencia con más ahínco que Gandhi, que según Chaves era otro bujarrón y seguramente terminaría encontrando una rima con “ahínco”.

El suyo es patriotismo en estado puro, don José, lo que pasa es que el pueblo canario está narcotizado por la metrópoli y no despierta de una vez. Con la Autonómica, El DÍA,  Pepe Benavente y Manolo Artíles seguro que conseguiremos que despierte.

Nombre: Sir Archibald Bradley Curbelo

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